Importancia de las dinámicas entre personajes
Una reflexión respecto a obras corales donde varios personajes tienen distintas interacciones entre sí y cómo construir esas relaciones.
¿Qué tan importante son las relaciones humanas? La respuesta corta es: mucho. Considero incluso que son indispensables, no importa que tan introvertido, tímido y cuánto disfrutes de actividades en solitario. Relacionarte con otras personas puede ser la clave para tener una vida feliz.
No tengo pruebas, no soy psicólogo, pero tampoco dudas. Entonces, haré algo de trampa haciéndole esta pregunta a una IA. La respuesta es bastante extensa:
🤖: Las relaciones humanas son de suma importancia en nuestra vida, ya que nos permiten:
Desarrollar un sentido de pertenencia y conexión: Nos sentimos parte de algo más grande que nosotros mismos y conectados con otras personas.
Recibir apoyo emocional y práctico: Podemos contar con otras personas para que nos brinden consuelo, aliento y ayuda cuando la necesitemos.
Aprender y crecer: Las relaciones nos exponen a diferentes perspectivas, experiencias y conocimientos, lo que nos ayuda a ampliar nuestros horizontes y desarrollar nuevas habilidades.
Mejorar la salud física y mental: Las relaciones sólidas pueden reducir el estrés, mejorar el sueño y aumentar la felicidad general.
Proporcionar propósito y significado: Sentirnos conectados con otros nos da un sentido de propósito y nos ayuda a encontrar significado en nuestras vidas.
Además, las relaciones humanas son esenciales para:
El desarrollo de la sociedad: Las sociedades dependen de las relaciones entre individuos para funcionar sin problemas.
La resolución de conflictos: Las relaciones efectivas permiten que las personas se comuniquen, negocien y resuelvan conflictos de manera constructiva.
La innovación y el progreso: Las relaciones fomentan la colaboración, el intercambio de ideas y el pensamiento creativo.
En resumen, las relaciones humanas son vitales para nuestro bienestar individual y colectivo.
En el contexto de la narrativa, existen obras corales; es decir, un tipo de novelas en las que la trama se cuenta desde la perspectiva de múltiples personajes. Se aleja de la clásica visión del héroe ofreciendo puntos de vista alternos, contradictorios o complementarios, conflictos entrelazados y la unificación de temas.
Las obras corales tienen un gran potencial para la complejidad narrativa y un aspecto clave para que estas historias funcionen es que no existe el protagonismo. El trasfondo, las opiniones y conflictos de todos los personajes tienen el mismo peso en la trama, de forma que quitar uno solo de la ecuación podría alterar la resolución del macro conflicto.
Si bien, en este tipo de novelas es fácil estar de acuerdo que todos los personajes tienen el mismo peso narrativo, en las novelas donde nos acostumbramos a un personaje protagonista es fácil minimizar a los personajes secundarios a su función mínima.
Y es que los personajes en una historia cuentan con 2 elementos fundamentales: función y agencia. Analizar ambos conceptos es importante para poder hablar de las dinámicas entre personajes.
Función de personaje
En términos simples, la función de un personaje es responder a la pregunta: ¿qué diablos hace en la trama? Hay personajes que tienen etiquetas claras: alivio cómico, antagonista, interés amoroso, etc.
Estas son funciones simples, de poca profundidad, por lo que pueden ser sustituidos en sus funciones por cualquier personaje. Es como si contrataras a tus personajes para hacer un trabajo que cualquiera puede realizar. No son indispensables y si no cumplen con su cometido le darás el rol a otro.
Por otra parte, existen funciones complejas que requieren especialización. Por ejemplo, un personaje ayudante que tiene conocimientos en informática para justificar cómo consigue la información que el protagonista necesita.
Para no caer en los vicios del deux ex machina, lo conveniente será dotar a este personaje especializado de un trasfondo, quizá un recuerdo de sus años universitarios o un hobby recurrente en la historia.
Generalmente, cuando hablamos de protagonista y antagonista, también nos referimos a funciones de personaje, existe el deuteragonista y tritagonista, que serían algo así como segundo y tercer personaje principal.

Errores que cometemos al crear personajes por sus funciones
Mientras trabajaba en mi proyecto El arquitecto de la muerte, uno de mis lectores beta señaló que la gran mayoría de los personajes estaban creados para sufrir en un momento específico, como si necesitara un casting para una película slasher.
Confesé que, en efecto, había creado a mis personajes pensando solo en la función que cumplen durante la trama y después en cómo me desharía de ellos, pues necesito a una cantidad mínima de personajes en el clímax de la historia. Fue algo más o menos así:
Necesito dos que mueran al inicio.
Tres que sean poderosos, pero solo para morir y demostrar que el antagonista es más poderoso.
Necesito otro para que puedan encontrar el escondite del antagonista.
Necesito uno que sepa magia para poder detectar la maldición en la habitación 57.
Necesito uno experto en armas para reparar la espada del protagonista cuando se rompa cerca del clímax.
Con el antagonista pasó algo similar. Pensé únicamente en las funciones (cómo interfería durante la trama), sin preocuparme por sus motivaciones, solo garantizando las capacidades. Tenía el dramatis personae idóneo para la historia que yo quería contar y nada más. Pero entonces los problemas surgen, porque tener un personaje cuya función es ser el enemigo genera preguntas. La más importante: ¿Por qué se toma tantas molestias para joder a los personajes?
Que tus lectores se hagan este tipo de preguntas, significa que tus personajes carecen de agencia.
Agencia de personaje
No soy fan de las expresiones que romantizan el proceso de creación de personajes. Por ejemplo, frases como: dejar que los personajes cobren vida o adopten forma propia. En palabras de Murakami:
Mientras escribo, aparece primero el contexto en el que se moverán [los personajes] y después los detalles empiezan a cobrar vida propia. Es como un imán que atrae hacia sí trozos metálicos dispersos. Así es como cobran vida y realidad poco a poco los personajes.
—De qué hablo cuando hablo de escribir (2015), de Haruki Murakami
Por mi parte, creo que el proceso de creación de personajes debe ser plenamente consciente, no puede ser automático o improvisado, pues esto provoca contradicciones y sin-sentidos. Soy más de lo que dice Brandi Reissenweber, coautora de Escribir ficción (2012):
Los buenos escritores son capaces de crear la sensación de que sus personajes son personas de carne y hueso que viven, respiran, piensan y tienen emociones […]. Como escritor necesitas que tu lector sienta que sus personajes tienen sustancia, que son auténticos y profundos y que son tan reales que hasta proyectan sombras.
Una persona con una gran habilidad para crear personajes lo hace a posta, no es un resultado azaroso, es el fruto de un esfuerzo, investigación, análisis, corrección y reescritura.
Me veo en la necesidad de crear este preámbulo porque cuando hablo de agencia de personaje me refiero a esto: la sensación del control que tiene un personaje sobre su propia vida, sobre sus acciones y las decisiones que toma durante la historia y cómo impactan en la trama.
Existe factores externos diegéticos o extra-diegéticos que pueden mermar el control del personaje, mientras mayor sea la influencia de estos factores, menor control tendrá el personaje sobre sus pensamientos y acciones.
Por lo general, los personajes protagonistas suelen mostrar mayor agencia que los personajes secundarios e incluso que los antagonistas. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando hablamos de la función, de forma que la funcionalidad de un personaje no determina su nivel de agencia, incluso un personaje con una funcionalidad específica podría revelar un bajo nivel de agencia.
Ejemplo de esto son personajes que solo existen para cumplir con una tarea en un momento determinado, por lo que pasan sin pena ni gloria durante la trama esperando a que llegue su momento. Un personaje puede tener alta agencia dentro de su propia función, incluso si esa función es limitada.
Garantizar que todos los personajes tengan un grado de agencia considerable es un desafío, pues requiere un análisis detallado de la trama y los puntos de inflexión, para identificar de qué forma los personajes pueden aumentar su nivel de agencia sin contradecir la premisa o echar por tierra el avance.
En mi caso, fue necesario revisar las capacidades de 1 personaje protagonista y las limitaciones contradictorias que sufrían 2 personajes secundarios, para darme cuenta de que podría tener tres protagonistas, si nerfeaba1 a mi protagonista único.
Con este ejercicio, considero que conseguí una mejor dinámica entre tres personajes, creando ventajas contextuales únicas que los obligaban a colaborar y evitando que el lector se pregunte desde el inicio: ¿por qué no se matan entre sí y terminan con esto?
Un ejercicio similar hice con mi novela La noche de la jauría y lo explico en este blog titulado El casting de personajes, en esta novela quise trabajar con 6 personajes con punto de vista y narración, pero cada contexto era único, con personajes secundarios con funciones específicas.
Me di a la tarea de relacionar a los personajes de forma directa e indirecta, ya fuera porque compartían escena juntos, tenían un mismo objetivo, interferían con las acciones de otro o simplemente estaban vinculados sin que lo supieran.
Lo divertido es que para esta novela no utilicé ningún programa o formato, las simples líneas que se ven en la Imagen 3 me sirvieron para recordar cuál era la relación de los personajes entre sí. Muchas veces, el tiempo que dedicamos a pensar y desarrollar una idea, crea atajos mentales fáciles de recorrer de un vistazo.
No importa que herramienta, programa o recurso emplees. Lo importante es que definas cuáles son las funciones de los personajes y el grado de agencia que tendrán en la historia, mediante dinámicas entre sí.
Establecer las dinámicas entre personajes
Al inicio de este post empecé copiando-pegando una explicación de la importancia que tienen las relaciones humanas. Se podría decir que esto mismo se puede extrapolar cuando creamos y definimos una obra de ficción.
Las dinámicas entre personajes son las interacciones y relaciones que se establecen entre los personajes que comparten una misma narrativa. Estas dinámicas pueden ser de diversos tipos, pero no existe una categorización o clusterización específica. Dependen enteramente del universo narrativo, sus funciones y grados de agencia.
Por ejemplo, podrías establecer dinámicas basadas en las emociones y sentimientos mutuos, niveles de poder (como jefe de empresa y subordinado), interacciones en contextos específicos (competencia entre atletas), dinámicas familiares, entre otras.
Para Orson Scott Card, en su libro Cómo escribir ciencia ficción y fantasía (2020), esta es la labor más fascinante de la escritura de una novela:
… dar cuerpo a los personajes, descubrir las impredecibles relaciones entre todos ellos y con el mundo que les rodeaba, y finalmente, trabajar la trama, las vías de intersección de los personajes con el mundo que había creado para ellos.
Las dinámicas de personajes tiene que ver con las relaciones y vínculos: cómo el personaje A está relacionado con el personaje B, qué conflictos tiene con el personaje C, cuáles son las expectativas que se crean entre los personajes C, D y E, etc.
De acuerdo a Linda Seger en Cómo crear personajes inolvidables (2000), las dinámicas entre personajes requieren un balance entre los siguientes elementos:
Los personajes poseen algo en común que les une, la atracción.
Algo amenaza a los personajes con separarlos y constituye la base del drama, el conflicto.
Los personajes tienen cualidades que contrastan con las de otros personajes, que crea nuevos conflictos, la oposición.
Los personajes tienen el poder de transformarse unos a otros para mejorar o para empeorar, la agencia.
Herramientas para crear dinámicas entre personajes
Existen muchas herramientas para crear dinámicas entre personajes. Lo más sencillo es definir la dinámica o el vínculo con una sola palabra o frase simple. No es necesario que exista todo un trasfondo para justificar cada relación.
Emplear etiquetas como hermano, compañero, amigo, familiar, interés amoroso, opositor, ayudante es una forma de resumir toda la dinámica entre dos personajes.
No obstante, te comparto algunas herramientas específicas que pueden ayudarte a conseguir mayor profundidad para las interacciones que tienen los personajes entre sí, añadiendo tensión a cada una de las escenas en que los personajes interactúan. Veamos algunas de estas herramientas.
Ventaja de Johari
La Ventana de Johari es una herramienta de psicología cognitiva que se puede emplear para la creación de personajes de ficción y construir la imagen de cómo los personajes se perciben a sí mismos y a los demás. Se divide en 4 cuadrantes
Lo que el personaje sabe de sí mismo (cuadrante abierto).
Lo que el personaje no sabe de sí mismo (cuadrante ciego).
Lo que los demás saben del personaje (cuadrante público).
Lo que los demás no saben del personaje (cuadrante oculto).
Puedes usar a dos o más personajes y responder a una serie de preguntas para establecer cómo influyen estas dinámicas en sus interacciones. La imagen 5 muestra un ejemplo con los personajes Jim Hawkins y John Silver en la película El planeta del tesoro (2002).

A medida que definas los aspectos ocultos, públicos, abiertos y ciegos de los personajes, sus interacciones tendrán más valor para la narrativa, dando paso a una transformación y desarrollo justificado.
Vínculos positivos y negativos
Esta es una herramienta del manual básico de Kids on Bikes (2018), un juego de rol de mesa, que consiste en imaginar que tus personajes responden a preguntas para definir vínculos positivos y negativos entre sí.
En el manual se usa 1d20 (dado de 20 caras) para ver qué pregunta sale de una lista y cómo se relaciona de forma positiva o negativa con los personajes a su izquierda o derecha. Algunos de los resultados que pueden surgir son:
¿Qué cosa que hizo este personaje en el pasado y todavía te molesta?
¿Cuál fue el papel de este personaje en el mejor día de tu vida?
¿Hasta dónde llegarías para defender a este personaje?
¿Qué parte de la personalidad de este personaje te asusta?
El manual está en inglés y tiene su precio, pero existe una versión que se difundió en el día del rol gratis y puedes conseguir con facilidad.
El eneagrama
En realidad no soy fan ni he empleado esta herramienta para un proyecto personal, pero sentí que no podía concluir un post sobre cómo establecer dinámicas entre personajes y su relevancia para la trama sin mencionarla.
El eneagrama se define como un sistema de clasificación de la personalidad que identifica nueve tipos de personalidad básicos. Cada tipo tiene sus propias motivaciones, miedos y patrones de comportamiento únicos. Le pedí a la IA que me diera un ejemplo y esto es lo que me dio:
Tipo Uno (El Perfeccionista): un personaje que es muy crítico consigo mismo y con los demás, y que siempre se esfuerza por alcanzar la perfección.
Tipo Dos (El Ayudante): un personaje que es muy generoso y servicial, y que siempre está dispuesto a ayudar a los demás.
Tipo Tres (El Triunfador): un personaje que es muy ambicioso y competitivo, y que siempre está buscando el éxito.
Lleva su tiempo comprender los diferentes tipos de personalidad, pero si lo consigues no tengo dudas de que podría servirte para explorar las dinámicas e interacciones entre personajes con mayor profundidad.

¡Dios! Casi 3,000 palabras. Estos son los tipos de post que más disfruto escribir, pero me llevan más tiempo terminarlos, hacer las imágenes, por muy sencillas que sean, y conseguir las fuentes e información confiables que más te ayuden a emplear esto que lees.
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Nerfear es el proceso que se lleva a cabo para reducir el poder de un personaje o una herramienta de un videojuego.